Bueno pues alguien ha dicho por ahí que hoy es el día mundial del blog; así que habrá que creerle. Así que felicidades a todos (o algo).
He reflexionado un poco sobre los post que componen un blog. He visto que cuando alguien hace un post y critica algo a mala uva, normalmente suelo leerlo y pensar sobre ello. No tiene nada que ni que critique, ya que leo todos los post, o que sea a mala uva (muchas veces es mejor porque se transmite mucha emotividad). Sin embargo cuando ves un comentario teóricamente objetivo y sabes a quién se está refieriendo, dan ganas de decir: pero tio, qué infantil eres; has destrozado todo tu argumento por un ataque de ira que ni siquiera es locura; sino que te lo has pensado. Eres idiota. Si acaso hazlo más gracioso o haz una crítica inteligente, o sino di a quién te refieres que parece esto el Congreso en el debate sobre el estado de la nación; todos abucheando y dando palmaditas, como los sonidos enlatados de una teleserie americana. O suelta mierda por la boca pero no te lo pienses, que encima quieres quedar cultos soltando chorradas. No hombre no.
No solo se aplica a los blogs, también en la vida real pasa tres cuartos de lo mismo. Pero si no te gusta lo que dicen o lo que escriben hay dos opciones: o no lo lees/escuchas, o no haces caso, como si fuera un niño pequeño y tu su pequeño Diox de "hay lechon, ya aprenderás"; que de tanto hablar aunque se solo por estadística, decimos una cantidad de gilipolleces...
¿Veís? suelto mierda por la boca pero no lo pienso ni intento quedar de "yo tengo la razón porque me han jodido".
Hasta la vista Bocanegra del espacio.
