martes, marzo 28, 2006

Herodes

Que afortunado soy de que me bajo antes de que acabe la línea; o mejor dicho antes de que el niño que no para de llorar y joder a todo el autobús, sólo porque tiene desavenencias con su madre porque el nene quiere ir de pie y la madre no; me saque del todo de quicio y quiera dar una justificación a un señor llamado Herodes que mató a toda la chavalería del pueblo por imagino, algo por el estilo. Antiguamente las cosas se resolvían por la tangente.

Señora, aprendemos a base de errores, deje que su hija se parta la cabeza. Así aprenderá a que no se hace el gilipollas hasta los 12 años o hasta que el sentido del equilibrio no está del todo desarrollado.

Aaaahhh que locos bajitos. (josdeputa)

Hasta la vista cowbaby del espacio

4 Comments:

Blogger Txiki said...

Pero bueno! Te dejaste la paciencia en el bus? uno se hace inmune a las marranadas de los críos. Pero espero que no tengas que acostumbrarte nunca. un besiko

28 marzo, 2006 21:49  
Blogger elogio_del_horizonte said...

JIJIJIJIJI muy bueno lo que escribes,
pero PACIENCIA
besotes

28 marzo, 2006 22:10  
Blogger Bambú said...

¿Y tu quieres tener hijos? Si no puedes aguantar a un niño que no esté a tu cuidado imaginaté cuando tengas tres o cuatro toda la vida bajo tu responsabilidad...no quiero desmoralizarte pero...mmmm los niños son la alegria de la huerta, hombre!

28 marzo, 2006 23:51  
Blogger Portman said...

El huerto lo dejo para otras cosas.
La paciencia, tardando 1 y media en ir al curro y 2 horas en volver, se me queda por el camino.

Afortunadamente no pierdo los nervios. Solo digo que si no estubiera tan tremendamente cansado y acostumbrado al trasporte público madrileño; los perdería.

De cualquier manera, gracias por su atención. No os preocupeís que tengo muuuuuucha paciencia (y si no ON puede atestiguar la paciencia que tengo)

29 marzo, 2006 00:35  

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